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19, 20 y 21 de Mayo 2026
19, 20 y 21 de
MAYO de 2026

- FECHAS CONFIRMADAS -

El naval reclama el apoyo firme de Europa y el Gobierno: la colaboración público-privada y adoptar una visión estratégica, claves de futuro

Navalia reunió en Vigo a representantes de algunos de los principales astilleros para analizar los retos que afronta el sector ante las nuevas políticas proteccionistas o la falta de profesionales, y las oportunidades que brinda el rearme global.

“La construcción naval atraviesa un buen momento, pero también un momento decisivo”. Son palabras textuales de José García Costas, presidente de Navalia, Feria Internacional de Industria Naval de Vigo, en la apertura de un encuentro empresarial alto nivel “Situación actual y perspectivas de futuro de la construcción naval ante los retos globales”, organizado por la feria para tomar el pulso a la industria a un año vista de la celebración de la décima edición del certamen, en mayo de 2026, y que resumen a la perfección el sentir de una industria que en 2024 logró firmar 40 buques –la cifra más alta de los últimos 9 años– y afronta la mayor carga de trabajo desde 2011. Uno de cada cinco buques que se construyen en Europa lo hacen en gradas españolas y solo Galicia representa el 40 % de la actividad. “Son cifras que reflejan innovación, talento y una gran capacidad de adaptación”, indicó García Costas en la jornada, celebrada en el marco de la constitución oficial del Comité Ejecutivo de Navalia 2026.

Pero, a pesar de las fortalezas y las capacidades de la industria, esta coyuntura positiva pende de un hilo que amenaza con romperse ante los retos que plantean factores externos, como la guerra arancelaria desencadenada por la administración Trump; así como problemas endémicos del sector: el relevo generacional y la falta de mano de obra cualificada, la alta competencia internacional de Asia y la necesidad de modernización tecnológica y productiva ante el auge de la IA, por mencionar solo algunos. Del otro lado de la balanza, la descarbonización, la eólica marina o el nuevo auge de las inversiones públicas en defensa representan oportunidades históricas.

Para afrontar los retos y aprovechar las oportunidades, el sector urge una estrategia clara y coordinada a nivel europeo, nacional y local, ser considerado “estratégico” y situar la colaboración público-privada en el centro de la acción, como apuntaron en algún momento u otro del debate Marcos Freire, director general de Freire Shipyard; Álvaro Platero Alonso, vicepresidente de Gondán; Germán Suárez, CEO de Astican; Mario Cardama, director general de Cardama Shipyard; José Ramón Regueira, director comercial de Nodosa; o José Luis Torres, director general de Astilleros San Enrique, quienes intervinieron en sendas mesas moderadas por Eva Novoa, directora general de Soermar, y Pilar Tejo, decana del Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos de España.

“España es un país que, aunque tiene una buena base, quizá carece de suficiente coordinación. Por eso, el acompañamiento del sector público es fundamental, con ayudas orientadas a la modernización de instalaciones, la automatización y la digitalización. Nos falta una mejor estructuración de los astilleros para poder dar un salto cualitativo”, señaló Marcos Freire, director general de Freire Shipyard, quien en su intervención destacó la incertidumbre provocada por la guerra arancelaria, que afecta directamente a los astilleros exportadores como Freire debido al encarecimiento de materias primas como el acero o el aluminio, y advirtió del impacto que esto tendrá en futuras licitaciones públicas y privadas. Freire subrayó la necesidad de fortalecer las herramientas de construcción a través de clústeres y entidades como PYMAR y Soermar, y defendió una mayor colaboración público-privada para acceder a financiación, tecnología, formación e innovación. Además, reivindicó un programa nacional de renovación industrial estructurado y orientado a la modernización y digitalización del sector. Finalmente, señaló el déficit de personal cualificado como un reto urgente y recalcó que el sector necesita planificación a largo plazo y no respuestas cortoplacistas.

Álvaro Platero, vicepresidente de Gondán, subrayó que el impulso del sector naval por el que apuesta Estados Unidos debe “servirnos también como referencia desde Europa”. “Es una señal que invita a reflexionar y a revertir aquellas prisas que, en su momento, nos llevaron a querer ser los más rápidos en la transición verde, a veces con políticas demasiado abruptas”, apuntó el representante del astillero asturiano, que reclamó a Europa que defina un rumbo para el sector. “Si Europa logra trazar con claridad las líneas de lo que quiere ser, tenemos ante nosotros una oportunidad”, apuntó Platero, abiertamente a favor de llevar la colaboración público-privada al máximo nivel. En ese sentido, y ante el auge de la “enorme oportunidad” que representa el sector militar y el militar-civil, el vicepresidente de Gondán indicó que la falta de capacidad operativa contrasta con la sobredimensión de Navantia. “¿Por qué no podemos colaborar de forma más efectiva? Se nos están escapando oportunidades entre los dedos por no contar con un modelo de apoyo real que nos permita construir un sector verdaderamente fuerte y competitivo”, dijo.

Germán Suárez, CEO del astillero canario Astican, también apeló a la colaboración público-privada, demandando el “respaldo decidido y sin miedo por parte del Gobierno”. “Es la respuesta que necesita el sector. China lo está haciendo sin titubeos. Corea también. Y Estados Unidos lo tiene claro. Ha llegado el momento de que la Unión Europea deje de actuar con tanto temor”, indicó, poniendo como ejemplo las altas expectativas depositadas en la eólica marina y que no acaban de materializarse. “Estamos en activo, pero atrapados en una pista de despegue interminable. No es que no queramos participar: es que no se nos permite hacerlo plenamente. La inversión prevista no termina de activarse, y eso nos frena”, indicó.

Desde Nodosa, José Ramón Regueira indicó que para “no morir de éxito”, el sector debe fortalecer la colaboración público-privada y la financiación, como hacen “sin complejos” otros países, para hacer frente a la volatilidad del mercado y la competencia global. “En nuestro sector no podemos estar tranquilos, pues dependemos de una situación volátil que muchas veces no controlamos: la geopolítica y el coste de los combustibles, entre otros factores. Sin embargo, sí podemos fortalecer aspectos”, dijo, reclamando el apoyo de las administraciones. “Parece que las administraciones se están alineando, y eso es bienvenido; hemos peleado mucho solos. Cuando viajamos por el mundo, el sector naval español es una referencia”, dijo Regueira, para quien el relevo generacional es uno de los principales retos de la industria. “Es fundamental trabajar desde la base, promoviendo las oportunidades laborales que ofrece el sector y fomentando la formación en nuevas tecnologías”, señaló.

Mario Cardama, director general de Cardama Shipyard, incidió en la misma idea. “Nos falta mano de obra cualificada, y es fundamental atraer talento y visibilizar esta necesidad para que más personas se incorporen al sector”, e instó al sector a hacer un frente común para defender sus intereses ante el nuevo equilibrio geopolítico actual. “Ahora mismo tenemos una carga de trabajo alta, pero debemos actuar para no quedarnos dormidos en competitividad”, indicó el representante del astillero vigués. “Tenemos un déficit de mano de obra directa en todos los gremios, y la verdad es que es complicado. No se trata solo de formación, sino también de cómo atraer a los jóvenes al sector”, dijo por su parte José Luis Torres, director general de Astilleros San Enrique, de Vigo. “Somos un astillero joven que está afrontando estos retos”, reconoció.

Fuente: Industrias Pesqueras