Los aranceles de EEUU a China reconfiguran el mapa de la construcción naval

Esto podría suponer una redistribución del mapa mundial de construcción naval, beneficiando a astilleros en Corea del Sur, Japón o incluso Europa, en un contexto de alta demanda y reconfiguración estratégica.
Mitsui OSK Lines ha anunciado que congela los pedidos a astilleros chinos ante las tensiones con EEUU. El mayor armador mundial de metaneros revela en un comunicado que está reorientando su estrategia en plena vigilancia estadounidense sobre la industria naval china. Así, la naviera ha explicado que seguirá evaluando cuidadosamente el uso de astilleros chinos que cumplan con sus estándares de calidad y seguridad, junto con los astilleros surcoreanos, a la vez que analiza exhaustivamente las futuras tendencias políticas y los riesgos geopolíticos de las políticas arancelarias de Estados Unidos para satisfacer la demanda global de transporte de GNL.
En la declaración, la naviera afirma que “ desea aclarar que, considerando la situación geopolítica actual, la compañía actuará con prudencia al seleccionar los astilleros para cualquier nuevo pedido de buques metaneros”. En ese contexto, “los astilleros chinos son un socio importante para garantizar la diversificación y la flexibilidad en las fuentes de suministro”. Además, indica en el comunicado que las navieras han estado solicitando buques metaneros a astilleros chinos, según su propio criterio y las necesidades de los clientes. Sin embargo, muchas siguen de cerca las tendencias, incluyendo la «consideración de aranceles portuarios adicionales para buques construidos en China» por parte de Estados Unidos, entre otros factores influyentes.
MOL subraya que el GNL desempeña un papel fundamental como fuente de energía que impulsa la transición global hacia una sociedad descarbonizada. En ese plano, “la misión de MOL es promover un suministro energético estable en Japón y en el mundo como operador líder de transporte de GNL. Garantizar una infraestructura de transporte de GNL estable es esencial para satisfacer esta demanda”, sostiene la naviera en el comunicado.
Efecto dominó
El giro de MOL no es el único. La naviera alemana Hapag-Lloyd, una de las principales del mundo en tráfico de contenedores, también estaría reorientando sus encargos hacia astilleros fuera de China, según fuentes del sector. Esto podría suponer una redistribución del mapa mundial de construcción naval, beneficiando a astilleros en Corea del Sur, Japón o incluso Europa, en un contexto de alta demanda y reconfiguración estratégica.
Por otro lado, la Gemini Cooperation, alianza entre Maersk y Hapag-Lloyd, ha puesto en marcha un nuevo servicio. Se trata del TP9 que unirá puertos asiáticos, específicamente del este de China, con el complejo portuario de Long Beach, en Estados Unidos. Maersk, en una nota a sus clientes, señaló que “en tiempos de cambio constante, un producto marítimo eficiente y fiable es clave. Por ello, nos complace presentar un nuevo servicio: el TP9, que cubrirá el este de China y el noreste de Asia hasta Long Beach, como parte de nuestra Gemini Cooperation”.
La naviera indicó que la rotación de este servicio incluye recaladas a los puertos de Xiamen, Busan, Long Beach para retornar a Xiamen y ofrecerá tiempos de tránsito más cortos. La ruta conectará Busan y Long Beach con un tiempo de tránsito de 14 días y un servicio directo competitivo de Xiamen a Long Beach en 18 días. La primera salida del TP9 será en dirección este con el RHONE MAERSK, que llegará a Xiamen el 24 de junio y a Busan el 28 del mismo mes. El barco arribará a Long Beach el 15 de julio.
Fuente: Naucher Global