El nuevo astillero Barreras se rearma con tres barcos en construcción
La compañía, ahora llamada Ría de Vigo, trabaja en un buque oceanográfico, un pesquero y una patrullera
Ría de Vigo -el antiguo astillero Barreras, que compró Armón- tiene tres buques en construcción que le aseguran actividad para varios años. Desde Beiramar es visible la obra de uno de los barcos, un oceanográfico para el Instituto de Investigación Marina de Islandia con un coste de 33,5 millones de euros.
La compañía tiene otros dos contratos en vigor, que son una patrullera para la Guardia Civil y un pesquero para la armadora viguesa Copemar. Éste último se trata de un arrastrero para la ‘joint venture’ South Atlantic Squid, formada entre la pesquera gallega y su socio de Islas Malvinas Beauchene Fishing. El buque congelador, de 70 metros de eslora, se dedicará a la captura de calamar en aguas malvinas, y sustituirá al ‘Baffin Bay’, que sufrió un incendió y se hundió en el puerto vigués en 2020.
La embarcación para el Servicio Marítimo de la Guardia Civil (SEMAR), que tiene un coste de 35 millones de euros, está previsto que se entregue en 2025 y supondrá un hito para el instituto armado español al ser la embarcación de mayores dimensiones de su flota, de 82 metros de eslora.
Ría de Vigo se puso en marcha hace poco más de un año y su primer contrato fue la construcción de un pesquero para una filial argentina del grupo Cooke que fue entregada este verano.
En las instalaciones del antiguo astillero Barreras también se está trabajando en el corte de los bloques de acero de un oceanográfico para Holanda, si bien este barco se ensamblará en Armón, que estos días inició la construcción y contó con la presencia de una delegación del Real Instituto Holandés de Investigación Marina (NIOZ). El barco, con un coste de 70 millones de euros, tendrá 80 metros de eslora y será la joya de la corona del organismo público de Países Bajos.
Oceanográficos
La factoría viguesa de Armón está construyendo otros dos oceanográficos, uno para Nueva Zelanda y otro para el CSIC-IEO de España, que ya está a flote. Es el Odón de Buen, uno de los barcos de investigación científica más avanzados del mundo. Mide 84,3 metros de eslora y el Ministerio de Ciencia invirtió 85 millones de euros en la nueva joya de la corona de la flota científica española.
Armón se adjudicó también un contrato por parte de la Dirección Regional de Pesca de las Islas Azores para hacer un oceanográfico de 40 metros de eslora por un importe de 20 millones de euros que podría derivarse a Ría de Vigo.
Ambas factorías navales comparten instalaciones desde que hace ahora un año se derribara la antigua nave de Aucosa en Beiramar que separaba físicamente Armón del antiguo Barreras, dando lugar al mayor astillero privado de España.
El sector se ralentiza por la falta de empleo cualificado
La Sociedad para el Estudio de los Recursos Marítimos (Soermar) advierte de la ralentización de la construcción naval en España por la escasez de perfiles profesionales, entre los que se encuentran los mecánicos navales, montadores, caldereros, delineantes, diseñadores 3D y 4D, arquitectos navales o gestores de proyectos, entre otros.
El naval es uno de los sectores con mayor escasez de mano de obra cualificada en nuestro país y en 2030 se prevé que se jubile el 40% de los trabajadores actuales, según los datos que maneja Soermar, que advierte de la necesidad del sector para atraer talento cualificado tanto digital con perfiles vinculados a mercados emergentes como los nuevos combustibles, la eficiencia energética, la sostenibilidad y la eólica offshore.
El proyecto de la UE ‘Upskilling Shipbuilding Workforce in Europe’ estima que en los próximos cinco años será necesario formar a unas 200.000 personas en habilidades específicas para trabajar en la industria naval.
Fuente: atlantico.net