Los armadores ultiman el encargo de siete pesqueros al naval vigués
Los nuevos buques pertenecerán a las sociedades mixtas que ya operan en Namibia, las Malvinas o Argentina. El coste de toda la operación financiada por el Banco Europeo de Inversiones rondaría los 120 millones de euros Los armadores vigueses están dispuestos a invertir en torno a 100 o 120 millones de euros en la compra de entre cinco y siete grandes buques factoría que serían construidos íntegramente en los astilleros locales. La operación para la firma definitiva entre las empresas de construcción naval y el sector pesquero están bastante avanzada, según indicaron ayer fuentes de la dirección de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi). Esta entidad se reunió ayer con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, quien conoció de parte de los empresarios las gestiones realizadas hasta la fecha y al que demandaron que prestase su apoyo institucional para llevar a buen puerto dicha operación financiera.
Se trata de un primer avance -al que podrían seguir fases similares más adelante- de renovación de los grandes buques que operan en este momento en aguas de Namibia, Malvinas (islas Fackland) o Argentina, por poner solo tres ejemplos, y que pese a su seguridad se han quedado de algún modo obsoletos. Son costosos, no tiene la eficiencia pesquera ni mecánica de las nuevas unidades y, por tanto, es necesario jubilarlos. Algunos tienen entre 30 y 35 años, aunque otras unidades son mucho más modernas, si bien se han quedado igualmente anticuadas en sus costuras de acero y en sus sistemas de propulsión.
La mayoría fueron barcos exportados por firmas viguesas en su momento para cumplir su parte del contrato de las sociedades mixtas con los terceros países, que a cambio del acceso a sus recursos, obligaban a aportar la nave y a contratar marineros locales.
Ahora ha llegado el momento de la renovación de entre cinco y siete unidades, pero puede que no sea la última oleada. La carambola sería más o menos perfecta, ya que a las necesidades de modernización de la flota de larga distancia por medio de un préstamo a largo plazo del Banco Europeo de Inversiones (con una plazo de amortización de 20 años), se uniría a la avidez de encargos que tiene en este momento una buena parte de los astilleros de la ría de Vigo. (Fuente: LA VOZ DE GALICIA)
Se trata de un primer avance -al que podrían seguir fases similares más adelante- de renovación de los grandes buques que operan en este momento en aguas de Namibia, Malvinas (islas Fackland) o Argentina, por poner solo tres ejemplos, y que pese a su seguridad se han quedado de algún modo obsoletos. Son costosos, no tiene la eficiencia pesquera ni mecánica de las nuevas unidades y, por tanto, es necesario jubilarlos. Algunos tienen entre 30 y 35 años, aunque otras unidades son mucho más modernas, si bien se han quedado igualmente anticuadas en sus costuras de acero y en sus sistemas de propulsión.
La mayoría fueron barcos exportados por firmas viguesas en su momento para cumplir su parte del contrato de las sociedades mixtas con los terceros países, que a cambio del acceso a sus recursos, obligaban a aportar la nave y a contratar marineros locales.
Ahora ha llegado el momento de la renovación de entre cinco y siete unidades, pero puede que no sea la última oleada. La carambola sería más o menos perfecta, ya que a las necesidades de modernización de la flota de larga distancia por medio de un préstamo a largo plazo del Banco Europeo de Inversiones (con una plazo de amortización de 20 años), se uniría a la avidez de encargos que tiene en este momento una buena parte de los astilleros de la ría de Vigo. (Fuente: LA VOZ DE GALICIA)