Vulcano ultima la venta de un sísmico para reflotar su filial
La lenta salida de la crisis de Factorías Juliana, un astillero legendario de Gijón Factorías Vulcano esta tratando de ultimar la venta en los próximos días de un buque sísmico encargado por la firna noruega Bansalease S.A., y cuyos retrasos en la entrega a la citada armadora nórdica, han puesto en una delicada situación a la matriz del grupo, con sede en Vigo, y a la filial gijonesa Factorías Juliana. El precio del barco ha caído, al parecer por este motivo, entre 15 y 20 millones de euros, al pasar de cerca de 60 millones de inicio a los 38 millones actuales, aproximadamente. Con todo, fuentes del sector consideran que el precio y el tipo de buque (una nave para realizar prospecciones de bolsas de crudo o gas bajo el lecho marino) lo convierten en una unidad fácilmente vendible en el mercado actual.
Parte del dinero de la unidad 532 , que empezó a construirse en Gijón, pero que fue transportada y concluida en Vigo, servirá para dar oxígeno a la compleja situación del Grupo Vulcano. En realidad, la situación es crítica para Juliana. En ella, un concurso de acreedores que se sigue en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Oviedo, exige que se haga un primer pago en dos tramos de 1,2 millones de euros a los acreedores, para que no se siga ejecutando el proceso de quiebra hasta el final, que conllevaría, si no hay acuerdo entre deudora y acreedores, la liquidación de la firma naval asturiana, probablemente a finales de este mismo año.
Fuentes del sector naval, afirmaron a La Voz «que la salida de la crisis está cerca, pero tiene que cuadrar diversas cosas de forma positiva para Vulcano». Vulcano está terminando otros dos sísmicos y un quimiquero ruso, además de que está a la espera de nuevos contratos multimillonarios.
Parte del dinero de la unidad 532 , que empezó a construirse en Gijón, pero que fue transportada y concluida en Vigo, servirá para dar oxígeno a la compleja situación del Grupo Vulcano. En realidad, la situación es crítica para Juliana. En ella, un concurso de acreedores que se sigue en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Oviedo, exige que se haga un primer pago en dos tramos de 1,2 millones de euros a los acreedores, para que no se siga ejecutando el proceso de quiebra hasta el final, que conllevaría, si no hay acuerdo entre deudora y acreedores, la liquidación de la firma naval asturiana, probablemente a finales de este mismo año.
Fuentes del sector naval, afirmaron a La Voz «que la salida de la crisis está cerca, pero tiene que cuadrar diversas cosas de forma positiva para Vulcano». Vulcano está terminando otros dos sísmicos y un quimiquero ruso, además de que está a la espera de nuevos contratos multimillonarios.