Barreras contrata a más de 60 trabajadores uruguayos para reforzar su plantilla auxiliar
La presencia de extranjeros en las subcontratas del naval de la ría de Vigo alcanza ya el 5% del empleo. El astillero vigués Hijos de J. Barreras contrató a más de 60 trabajadores uruguayos para reforzar su plantilla de empresas auxiliares ante la falta de mano de obra en la comarca de Vigo. El contrato inicial tiene una duración de cuatro meses. Hace unos meses ya hubo un grupo de trabajadores de esta nacionalidad subcontratados en el astillero vigués Cíes.
Se trata de personal fijo de plantilla de la empresa uruguaya Shipyard Professional Services, a la que contrató hace un mes 32 trabajadores a los que se unieron otros tantos a finales de la semana pasada.
Estos trabajadores protagonizaron el pasado fin de semana un amago de huelga tras el despido de tres de ellos. La plantilla uruguaya celebró una asamblea y procedió a crear un llamado comité de base, integrado por cinco miembros, para coordinar la huelga. Finalmente, el responsable de la empresa uruguaya en Vigo retiró el despido y se normalizó la situación laboral y la actividad de la empresa.
Según fuentes sindicales consultadas por FARO, los trabajadores uruguayos protestaron por las condiciones económicas que tenían en el astillero. Consistían en el pago de 140 euros semanales en dietas y un sueldo mensual de 1.200 euros, con 12 horas diarias de trabajo, incluidas las horas extraordinarias. También trabajan los sábados.
Otras fuentes sindicales afirman que Barreras está aplicando a estos trabajadores el convenio provincial del metal, que ya conocían cuando llegaron a Vigo y que se exige ya en el contrato laboral. Al parecer estos trabajadores están afiliados al sindicato Unión Nacional de Trabajadores de Uruguay.
Las mismas fuentes indican que al tratarse de trabajadores fijos de plantilla no tuvieron que inscribirse en la Bolsa de Empleo. También aseguran que tienen la documentación en regla y que firmaron un convenio de la Seguridad Social española con la uruguaya.
La presencia de emigrantes en la industria auxiliar del naval vigués es cada vez mayor. En la actualidad podría rondar el 5%. Además de los uruguayos hay portugueses, latinoamericanos, senegaleses, cubanos y brasileños. Entre ellos hay profesionales y también peonaje. (Fuente: El Faro de Vigo)
Se trata de personal fijo de plantilla de la empresa uruguaya Shipyard Professional Services, a la que contrató hace un mes 32 trabajadores a los que se unieron otros tantos a finales de la semana pasada.
Estos trabajadores protagonizaron el pasado fin de semana un amago de huelga tras el despido de tres de ellos. La plantilla uruguaya celebró una asamblea y procedió a crear un llamado comité de base, integrado por cinco miembros, para coordinar la huelga. Finalmente, el responsable de la empresa uruguaya en Vigo retiró el despido y se normalizó la situación laboral y la actividad de la empresa.
Según fuentes sindicales consultadas por FARO, los trabajadores uruguayos protestaron por las condiciones económicas que tenían en el astillero. Consistían en el pago de 140 euros semanales en dietas y un sueldo mensual de 1.200 euros, con 12 horas diarias de trabajo, incluidas las horas extraordinarias. También trabajan los sábados.
Otras fuentes sindicales afirman que Barreras está aplicando a estos trabajadores el convenio provincial del metal, que ya conocían cuando llegaron a Vigo y que se exige ya en el contrato laboral. Al parecer estos trabajadores están afiliados al sindicato Unión Nacional de Trabajadores de Uruguay.
Las mismas fuentes indican que al tratarse de trabajadores fijos de plantilla no tuvieron que inscribirse en la Bolsa de Empleo. También aseguran que tienen la documentación en regla y que firmaron un convenio de la Seguridad Social española con la uruguaya.
La presencia de emigrantes en la industria auxiliar del naval vigués es cada vez mayor. En la actualidad podría rondar el 5%. Además de los uruguayos hay portugueses, latinoamericanos, senegaleses, cubanos y brasileños. Entre ellos hay profesionales y también peonaje. (Fuente: El Faro de Vigo)