Vulcano prevé contratar a 60 trabajadores de un competidor suyo en Gijón
Renuncia a construir un nuevo astillero en Asturias al no poder asumir un coste de 130 millones de euros Factorías Vulcano prevé contratar al menos a 60 de los 111 trabajadores de la plantilla de la factoría Naval Gijón, sumida en una grave crisis económica y competencia directa, aunque muy débil, de su filial en Asturias, Factorías Juliana. El agujero financiero y la falta de pedidos de Naval Gijón podrían culminar en el cierre en el verano del próximo año, fecha en la que está previsto que entregue su último buque en construcción y momento en el que la dirección del astillero vigués podría asumir casi la mitad de la plantilla. El resto de los empleados será destinado a empresas auxiliares o a programas de prejubilación.
La firma viguesa desembarcó hace aproximadamente un año en el astillero gijonés Izar Gijón, del grupo público, tras adquirirlo al Estado por un valor de 2,08 millones de euros, y en este momento tiene en estudio asumir la mitad de la plantilla de la empresa Naval Gijón en cuanto ésta se declare oficialmente en quiebra y extinta como sociedad. Con todo, el plan tiene una serie de obstáculos, que pasan, en primer lugar, por un expediente sobre la deuda oficial acumulada por Naval Gijón, cuyo principal acreedor es Pymar, una sociedad participada por los astilleros privados españoles y por el Ministerio de Industria. Este informe verá la luz previsiblemente el próximo 10 de septiembre.
Cierre asturiano
En segunda instancia, deberá aguardar al cierre de la factoría gijonesa, puesto que esto condicionará si Vulcano asumirá finalmente a esos 60 trabajadores, en tanto que el resto pasará a otras situaciones laborales o a empresas del sector. Además, Factorías Juliana no podrá hacer prejubilaciones en su propia plantilla hasta finales del 2009, en virtud del acuerdo de privatización hecho en su momento con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). De modo que el problema es qué pasará con los empleados de Naval Gijón desde el verano del año próximo hasta finales del 2009, en el que Vulcano ya podría contratar a este grupo de operarios.
Esta operación de nuevas contrataciones, debido principalmente a la carga de trabajo que ha asumido Vulcano en Gijón, con al menos tres buques en cartera, coincide con la renunica por parte de la firma viguesa de trasladar el astillero Juliana al puerto de El Musel, lo que costaría 130 millones de euros.
La firma viguesa desembarcó hace aproximadamente un año en el astillero gijonés Izar Gijón, del grupo público, tras adquirirlo al Estado por un valor de 2,08 millones de euros, y en este momento tiene en estudio asumir la mitad de la plantilla de la empresa Naval Gijón en cuanto ésta se declare oficialmente en quiebra y extinta como sociedad. Con todo, el plan tiene una serie de obstáculos, que pasan, en primer lugar, por un expediente sobre la deuda oficial acumulada por Naval Gijón, cuyo principal acreedor es Pymar, una sociedad participada por los astilleros privados españoles y por el Ministerio de Industria. Este informe verá la luz previsiblemente el próximo 10 de septiembre.
Cierre asturiano
En segunda instancia, deberá aguardar al cierre de la factoría gijonesa, puesto que esto condicionará si Vulcano asumirá finalmente a esos 60 trabajadores, en tanto que el resto pasará a otras situaciones laborales o a empresas del sector. Además, Factorías Juliana no podrá hacer prejubilaciones en su propia plantilla hasta finales del 2009, en virtud del acuerdo de privatización hecho en su momento con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). De modo que el problema es qué pasará con los empleados de Naval Gijón desde el verano del año próximo hasta finales del 2009, en el que Vulcano ya podría contratar a este grupo de operarios.
Esta operación de nuevas contrataciones, debido principalmente a la carga de trabajo que ha asumido Vulcano en Gijón, con al menos tres buques en cartera, coincide con la renunica por parte de la firma viguesa de trasladar el astillero Juliana al puerto de El Musel, lo que costaría 130 millones de euros.